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 Reconozco que me conmovió el anuncio cuando lo vi. Llegar allí no es un desafío. Las largas y arduas carreras de los niños que llegan a ganar medallas olímpicas son para nosotros una ofrenda de sacrificio, amor y dedicación maternal. Esto no hubiera sido posible sin la contribución de las madres, quienes se desempeñaron como cuidadoras dedicadas y ayudaron a que los Juegos Olímpicos de Londres 2012 tuvieran éxito.

El anuncio refleja la realidad del rol femenino en los cinco continentes de la Tierra. La cuidadora de este anuncio, que representa una situación real, es la madre que dio a luz a sus hijos. Tiene éxito porque es capaz de conmover al espectador del anuncio, pero también refuerza sutilmente este rol de género porque nunca hay un indicio de un padre preocupado que acompaña a una madre que lleva a su hijo al entrenamiento. Aunque el anuncio estaba dirigido a las madres, al menos debería haber una sugerencia de armonía familiar por parte de la figura paterna.